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23 abril 2009

Momo(o la extraña historia de los ladrones del tiempo y de la niña que devolvio el tiempo a los hombres)


El dia de hoy se festejan muchas cosas, entre ellas El dia Internacional del Libro, por consiguiente, hoy inauguro esta seccion ahora sobre literatura, con un pequeño fragmento de Momo, de Michael Ende, y posteriormente una reseña del libro en cuestion.
Pero lo que mas le gustaba a Gigi era solo contarle cuentos solo a Momo, cunado no escuhaba nadie mas. Casi siempre eran cuentos que trataban de los propios Gigi y Momo. Y solo estaban destinados a ellos dos y eran totalmente diferentes a los que Gigi contabe en otras ocasiones.
Una noche hermosa y calida, los dos estaban sentados en los escalones de piedra. En el cielo brillaban ya las priemras estrellas y la luna se perfilaba, grande y plateada sobre las siluetas negras de los pinos.
-¿Me cuentas un cuento?- pidio Momo.
-Esta bien-dijo Gigi-¿De Quien?
-De Momo y Girolamo, si puede ser- contesto Momo.
Gigi reflexiono un momento y pregunto:
-¿Y como ha de llamarse
-Quiza...¿el cuento del espejo magico?
Gigi asintio, pensativo:
-Eso suena bien, veamos que pasa.
Puso un brazo alrededor de los hombros de Momo y comenzó:

>>Erase una vez una hermosa princesa llamada Momo, que vestia de seda y terciopelo y vivía muy por encima del mundo, sobre la cima de una montaña, cubierta de niev, en un castillo de cristal.
>>Tenia todo lo que se puede desear, no comia mas que los manjares más finos, y no bebia más que el vino más dulce. Dormía sobre almohadas de seda y se sentaba en sillas de marfil. Lo tenía todo, pero estaba completamente sola.
>>Todo lo que la rodeaba, la servidumbre, las camareras, gatos, perros y pájaros e incluso las flores, todo, no eran mas que reflejos de un espejo.
>>Porque resulta que la princesa Momo tenía un espejo magico grande, redondo y de la más pura plata. Lo enviaba cada día y cada noche por todo el mundo. Y el gran espejo flotaba sobre países y mares, sobre ciudades y campos. La gente que lo veía no se sorprendia, sino que decia "Es la luna".
>> Y cada vez que el espejo volvía, ponía delante de la princesa todos los reflejos que habia recogido durante su viaje. Los había bonitos y feos, interesantes y aburridos, según como salía. La princesa escogia los que le gustaban, mientras que los otros los tiraba simplemente a un arroyo. Y los reflejos liberados volvian a sus dueños, a traves del agua, mucho más de prisa de lo que te imaginas. A eso se debe que veas tu propia imagen reflejada cuando te inclinas sobre un pozo o un charco de agua.
>>A todo esto he olvidado decir que la princesa Momo era inmortal. Porque nunca se había mirado a sí misma en el espejo mágico. Porque quien veía en él su propia imagen, se volvia, por ello, mortal. Eso lo sabía muy bien la princesa Momo, y por lo tanto, no lo hacía. De ese modo vivía con todas sus imágenes, jugaba con ellas y estaban y estaba bastante contenta.
>>Pero un día, el espejo magico le trajo una imagen que le intereso más que todas las otras. Era la imagen de un joven príncipe. Cuando lo hubo visto, le entró tal nostalgia, que quería llegar hasta él como fuera. Pero, ¿cómo? No sabía donde vivía, ni quién era, no sabía ni siquiera como se llamaba.
>>Como no encontraba otra solución, decidió mirarse por fin en el espejo. Porque pensaba: a lo mejor el espejo llevará mi imagen hasta el príncippe. Puede que mire casualmente hacia el cielo, cuando pase el espejo, y verá mi imagen. Acaso siga el camino del espejo y me encuentre aquí.
>>Así que se miró largamente en el espejo y lo envió por el mundo con su reflejo. Pero así, claro está, se habia vuelto mortal.
>>En seguida oirás cómo sigue esta historia, pero primero he de hablarte del príncipe.
>>Este príncipe se llamaba Girolamo y vivía en un reino fabuloso. Todos los que vivian en él amaban y admiraban al príncipe.. Un buen día, los ministros dijeron al príncipe: "Majestad, debeís casaros, porque así es como debe ser."
>>El príncipe Girolamo no tenía nada que oponer, de modo que llegarón al palacio las más bellas señoritas del país , para que pudiera elegir a una. Todas se habían puesto lo más guapas posible, porque todas querían casarse con él.
>>Pero entre las muchachas también se había colado en el palacio un hada mala, que no tenía en las venas sangre roja y cálida, , sino sangre verde y fría. Claro que eso no se le notaba, porque se había maquillado con mucho cuidado.
>>Cuando el príncipe entro en el gran salón dorado del trono, para hacer su elección, ella pronunció rapidamente un conjuro, de modo que Girolamo no vio a nadie mas que a ella. Y además le pareció tan hermosa, que al momento le pregunto si queria ser su esposa.
>>-Con mucho gusto -dijo el hada mala-, pero pongo una condición.
>>-La cumplire- respondio Girolamo, irreflexivo.
>>-Esta bien -contesto el hada mala, y sonrió con tanta dulzura, que el desgraciado príncipe casi se marea-, durante un año no podras mirar el flotante espejo de plata. Si lo haces, olvidarás al instante todo lo que es tuyo. Olvidarás lo que eres en realidad y tendras que ir al pais de Hoy, donde nadie te concoe, y allí vivirás como un pobre diablo. ¿Estás de acuerdo?
>>Si no es más que eso -exclamo el príncipe Girolamo-, la condición es fácil.
>>¿Qué ha ocurrido mientras tanto con la princesa Momo?
>>Había esperado y esperado, pero el príncipe no había venido. Entonces decidió salir a buscarle ella misma. Devolvió la libertad a todas las imagenes que tenia a su alrededor. Entonces bajo, totalmente sola y en sus suaves zapatuillas, desde su palacio de cristal, a traves de las montañas nevadas, hacia el mundo. Recorrio todos los paises, hasta que llego al pais de Hoy. A estas alturas, sus zapatillas estaban gastadas y tenia que ir descalza. Pero el espejo magico con su imagen seguia flotando por el cielo.
>>Una noche, el principe Girolamo estaba sentado en el tejado de su palacio dorado y jugaba a las damas con el hada de la sangre verde y fria. De repente cayo una gota diminuta sobre la mano del principe.
>>-Empieza a llover -dijo el hada de la sangre verde.
>>-No- contesto el principe-, no puede ser porque no hay ni una sola nube en el cielo.
>>Y miro hacia lo alto, directamente al gran espejo magico, plateado, que flotaba alli arriba. entonces vio la imagen de la princesa Momo y observo que lloraba y que una de sus lagrimas le habia caido sobre la mano. En el mismo momento se dio cuenta de que el hada le habia engañado, que no era hermosa y que en sus venas solo tenia sangre verde y fria. Era la princesa Momo a la que amaba en verdad.
>>-Acabas de romper tu promesa -dijo el hada verde, y su cara se crispo hasta parecer la de una serpiente- y ahora has de pagarlo.
>>Introdujo sus largos dedos verdes en el pecho de Girolamo, que se quedo sentado como paralizado y le hizo un nudo en el corazon. En ese mismo instante olvido que era el principe Girolamo. Salio de su palacio y de su reino como un ladron furtivo. Camino por todo el mundo, hasta que llego al pais de Hoy, donde vivio en adelante como un pobre inutil desconocido y se llamaba simplemente Gigi. Lo unico que habia llevado consigo era la imagen del espejo magico que desde entonces quedo vacio.
>>Mientras tanto, los vestidos de seda y terciopelo de la princesa Momo se habian gastado. Ahora llevaba un cahqueton de hombre, viejo, demasiado grande, y una falda de remiendos de todos los colores. Y vivia en unas ruinas.
>>Aqui se necuentran un buen dia. Pero la princesa Momo no reconoce al principe Girolamo, porque ahora es un pobre diablo. Tampoco Gigi reconocio a la princesa, porque ya no tenia ningun aspecto de princesa. Pero en la desgracia comun, los dos se hicieron amigos y se consolaban mutuamente.
>>Una noche, cuando volvia a flotar en el cielo el espejo magico, que ahora estaba vacio, Gigi saco del bolsillo la imagen y se la enseño a Momo. Estaba ya muy arrugada y desvaida, pero aun asi, la princesa se dio cuenta enseguida que se trataba de su propia imagen. Y entonces tambien reconocio, bajo la mascara de pobre diablo, al principe Girolamo, al que siempre habia buscado, y por quien se convirtio en mortal. Y se lo conto todo.
>>Pero Gigi movio triste la cabeza y dijo:
>>No puedo entender nada de lo que dices, porque tengo un nudo en el corazon, y no puedo acordarme de nada.
>>Entonces, la princesa Momo metio la mano en su pecho, y desato , con toda facilidad, el nudo que tenia en el corazon. Y, de repente, el principe Girolamo, volvio a saber quien era. Tomo a la princesa de la mano y se fue, con ella, muy lejos, a su pais.
Una vez que Gigi hubo concluido, ambos callaron un ratito, despues Momo pregunto:
-¿Y despues han sido marido y mujer?
-Creo que si-dijo Gigi-, mas tarde.
-¿Y han muerto mientras tanto?
-No -dijo Gigi con descision-. Eso lo se exactamente. El espejo magico solo hacia a laguien mortal, cuando se miraba en el a solas. Pero si se miran dos, vuelven a ser inmortales. Y eso hicieron estos dos.
La luna se veia grande y plateada sobre los pinos negros y hacia brillar misteriosamente las viejas piedras de las ruinas. Momo y Gigi estaban sentados en silencio el uno al lado del otro y se miraron largamente en ella: sintieron con toda claridad que, durante ese instante, ambos eran inmortales.

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